
En el marco del Día de la Salud Mental, especialistas de Grupo Cetep enfatizan que la prevención del suicidio infantil y adolescente requiere detección temprana y redes de apoyo efectivas para enfrentar una problemática creciente en el país.
SANTIAGO. 8 de octubre de 2025. El suicidio constituye, lamentablemente, una de las principales causas de mortalidad en adolescentes y jóvenes a nivel mundial. En Chile, si bien las cifras varían según los años y las fuentes, los datos más recientes exponen que la salud mental infanto-juvenil enfrenta desafíos crecientes y complejos, que requieren una acción coordinada, preventiva y multisectorial.
Grupo Cetep reconoce que prevenir el suicidio no es solo una tarea de los sistemas de salud. Es un esfuerzo comunitario y transversal que debe involucrar activamente a familias, escuelas, instituciones públicas y privadas. Estas cifras revelan que, aunque no todos los casos de trastornos de salud mental conducen al suicidio, su presencia en edades tempranas y adolescentes constituye un factor de riesgo importante, junto a otras variables psicosociales y ambientales.
Factores de Riesgo y Señales de Alerta: Lo que Debemos Saber
Identificar y comprender los factores que aumentan la probabilidad de conducta suicida es el primer paso para una prevención efectiva. Algunos de los factores que aumentan el riesgo en población infanto-juvenil incluyen:
- Trastornos Mentales Previos: Especialmente la depresión, ansiedad, trastornos disruptivos y TDAH.
- Experiencias Adversas: Haber vivido abuso, violencia, maltrato, pérdidas significativas, deserción escolar, o disfunción familiar grave.
- Aislamiento Social: Falta de redes de apoyo sólidas, sentimiento de soledad o exclusión.
- Estrés Psicosocial: Presión social o académica excesiva, y acoso escolar (bullying).
- Consumo Problemático de Sustancias.
- Cambios Conductuales: Cambios bruscos en el estado de ánimo, pérdida de interés, y expresar sentimientos de estar sin sentido o sin esperanza (ideación suicida).
La Importancia de la Detección Temprana
«Identificar señales de alerta en niños, niñas y adolescentes es clave para intervenir antes de que el riesgo de suicidio aumente. Aunque muchas veces no expresan directamente sus pensamientos suicidas, pueden manifestar cambios significativos en su comportamiento, estado emocional o relaciones interpersonales que funcionan como indicios», señala la psicóloga Alejandra Rojas de Grupo Cetep.
Es crucial prestar atención a las siguientes señales de alerta importantes:
- Verbalizaciones Directas/Indirectas: Conversaciones sobre muerte, autolesiones, expresar sentirse “una carga” o decir “no querer estar más”.
- Cambios de Comportamiento: Aislamiento, abandono de actividades que antes disfrutaban (hobbies, deportes), o regalar posesiones preciadas.
- Alteraciones Fisiológicas: Cambios bruscos en el sueño, el apetito o el rendimiento escolar.
- Descuido Personal: Pérdida de interés en el autocuidado e higiene personal.
Estrategias Eficaces de Prevención: Un Plan Multidimensional
Prevenir el suicidio en infancia y adolescencia requiere acciones coordinadas en varios niveles, desde el sistema de salud hasta la comunidad más cercana.
1. Detección Temprana y Atención Accesible
Es fundamental fortalecer los servicios de salud mental en atención primaria, asegurando la disponibilidad de profesionales capacitados (psicólogos y psiquiatras) formados específicamente en infancia y adolescencia. Es esencial capacitar también al personal escolar (profesores, orientadores) para que puedan identificar las señales de riesgo de manera oportuna y sepan cómo derivar los casos.
2. Intervención Comunitaria y Escolar
Los programas de prevención deben integrarse en los colegios para promover activamente la salud emocional, la resiliencia y el desarrollo de habilidades socioemocionales. El ambiente escolar debe ser inclusivo y seguro, con políticas anti-bullying claras, espacios de contención y fomento de actividades de participación estudiantil.
3. Apoyo Familiar y Redes Sociales
Se requiere orientación activa a padres, madres y cuidadores para que puedan reconocer señales, mantener una comunicación abierta y generar espacios seguros para que los menores expresen sus emociones sin temor al juicio. Fortalecer las redes comunitarias de apoyo social reduce el aislamiento.
4. Concientización y Reducción del Estigma
Las campañas informativas son vitales para validar los problemas de salud mental, derribar mitos y promover la búsqueda de ayuda como algo valioso y necesario. Los medios de comunicación tienen una responsabilidad crucial de informar con sensibilidad y rigor.
5. Líneas de Ayuda y Acompañamiento en Crisis
Se debe asegurar la disponibilidad de teléfonos, chats y centros de apoyo psicológico que estén operativos 24/7, sean confidenciales y de fácil acceso en momentos de crisis.
La Responsabilidad es Colectiva
Prevenir el suicidio en niños, niñas y adolescentes en Chile es una responsabilidad que nos convoca a todos. Las cifras indican que el problema es real, complejo y multidimensional. No obstante, también nos muestran que existen ventanas de oportunidad: edades clave en las que intervenir tiene un efecto protector mayor, comunidades que pueden ser fortalecidas, escuelas que pueden transformarse en espacios seguros, y políticas públicas que pueden asegurar acceso y equidad.
Grupo Cetep está comprometido con sumar de forma significativa a esta causa: desde lo cotidiano, con acompañamiento profesional, escucha activa, información y acción concreta. Porque cada joven importa, y porque cada vida cuenta.
Si tú o alguien que conoces está atravesando una crisis, busca ayuda inmediatamente. En Chile existen líneas de apoyo gratuitas y confidenciales.