Más de 336 mil jóvenes chilenos entre 15 y 24 años no estudian ni trabajan, una cifra que refleja un gran desafío social. Sin embargo, hay historias de esperanza que demuestran que, con el apoyo correcto, es posible cambiar el destino.
Una de esas historias es la de Millaray Sepúlveda, de 22 años. Ella es la primera en su familia en alcanzar la educación superior, titulándose como Técnica en Enfermería. Hoy, Millaray trabaja en Clínica Dávila, un logro que no habría sido posible sin el acompañamiento de Fundación Portas.
Gracias al apoyo de la fundación, Millaray pudo sortear los obstáculos del camino y abrirse paso en un mercado laboral complejo. Su experiencia es un testimonio de cómo la mentoría y las oportunidades adecuadas pueden transformar la vida de un joven.
Tu donación puede hacer la diferencia. Al contribuir a la alcancía digital de la fundación, estarás ayudando a que más jóvenes, como Millaray, puedan derribar las barreras que enfrentan y convertirse en profesionales, construyendo un futuro mejor para ellos y para Chile.
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