La justicia chilena ha emitido una sentencia ejemplar al condenar a Banco Scotiabank por limitar la renovación de un producto financiero a clientes de la tercera edad, basándose únicamente en su edad. El tribunal, tras acoger una denuncia del SERNAC, impuso una multa de 100 UTM (aproximadamente 7 millones de pesos) por considerar que la entidad bancaria incurrió en discriminación arbitraria.
El caso se inició a raíz de las denuncias de dos adultos mayores a quienes se les negó la renovación de sus tarjetas de crédito por haber superado los 75 años, a pesar de tener un buen historial como clientes. La política interna del banco establecía un límite de edad que, según la justicia, carece de toda justificación razonable.
El fallo subraya que la normativa vigente no establece una edad máxima para acceder a productos financieros. Las instituciones solo pueden rechazar a un cliente por razones objetivas, como un endeudamiento excesivo o morosidad, y no por motivos de edad, lo que está explícitamente prohibido por la Ley del Consumidor y la Ley Zamudio.
Esta sentencia sienta un precedente importante, reafirmando el derecho de las personas a no ser discriminadas arbitrariamente por su edad, y obliga a las entidades financieras a basar sus decisiones en análisis de solvencia económica y no en prejuicios.