
Un descubrimiento fortuito en el Campus Villarrica de la Universidad Católica y el Fundo El Copihual de la Fundación CAZ ha reavivado la esperanza para la conservación de la ranita de Darwin (Rhinoderma darwinii), una especie en peligro de extinción.
Lo que en 2023 parecía el canto de un pájaro resultó ser la crucial vocalización de este anfibio. El académico Nicolás Gálvez del Campus Villarrica UC, junto a Tomás Ibarra y Fernando Novoa, fueron los responsables del hallazgo inicial. «Empezamos a notar que se escuchaba por todos lados. Se trata de esas experiencias que pueden pasar desapercibidas, pero una vez que las detectas, la reconoces en cada momento”, comenta Gálvez.
Una Distribución Inesperada y Valiosa
Tras contactar a la Fundación CAZ (propietarios del fundo) y a la ONG Ranita de Darwin, se inició un estudio de verano en 30 sitios. Los resultados fueron sorprendentes: la probabilidad de que la ranita habite en el bosque alcanza hasta el 60% del espacio muestreado, lo que indica una población «bastante distribuida». Según Gálvez, las poblaciones se han mantenido en el lugar por mucho tiempo, pues un individuo apenas se mueve un par de metros.
Este descubrimiento no solo es significativo por la cantidad, sino por la ubicación. Andrés Valenzuela, presidente de la ONG Ranita de Darwin, resalta su importancia: «Es una de las pocas poblaciones de la zona de la Región de La Araucanía que no se encuentra en las áreas cordilleranas«. Además, señala que no se encontró en un solo punto, sino distribuida a lo largo del fundo, «probablemente formando una meta población«, un hallazgo de gran valor para la especie.
Compromiso de Conservación Inmediato
La Fundación CAZ tomó medidas inmediatas para proteger este frágil ecosistema. Hans Muhr, del directorio de la fundación, relata que un programa de manejo forestal aprobado, que incluía la tala de árboles menores para leña, fue suspendido indefinidamente en el momento del descubrimiento. «Se renunció a este ingreso, en aras de mantener el estado de conservación de la ranita», afirma Muhr.
Investigadores ahora estudian el fenotipo de esta población, que parece similar a las conocidas en la cordillera, y han comenzado a tomar muestras para descifrar sus particularidades genéticas.
Amenazas: Tala y un Hongo Mortal
La ranita de Darwin se encuentra en la lista roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), en peligro de extinción, debido a dos causas principales detalladas por Valenzuela:
- Pérdida y Degradación del Hábitat: Es una especie que vive exclusivamente en el bosque. La tala, las plantaciones agrícolas y los asentamientos humanos han reducido o degradado su hogar.
- Quitridiomicosis: Un hongo microscópico de la piel que afecta a los batracios. Valenzuela explica que más del 90% de las ranitas infectadas mueren en cuestión de días o semanas.
Actualmente, los investigadores están tomando muestras para evaluar la presencia de este hongo en la nueva meta población. Además, han notado que factores como la profundidad de la hojarasca y la cobertura del dosel superior del bosque son cruciales para el hábitat de la ranita.
El Futuro de la Conservación
Los próximos pasos incluyen utilizar los datos recopilados para hacer más estudios de densidad y abundancia, enfocados en proteger el bosque. «Estamos esperando más antecedentes antes de tomar alguna postura que pueda perjudicar a la población existente,» concluye Hans Muhr, destacando el compromiso de difundir el descubrimiento para crear conciencia sobre la necesidad de conservar el ambiente que permite el progreso de «estos hermanos menores».
La investigación también contó con la participación de las estudiantes de Biología Josefa Quirola y Ayleen Bravo, y el exalumno de Ingeniería Forestal Jesús Díaz.